Fundación Secretos para contar | Calendario de lluvias en la zona Andina

Calendario de lluvias en la zona Andina

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Lluvia y sol

El agua de nuestro planeta, aliada con el Sol, se encarga de producir más agua. El proceso se inicia cuando el calor del Sol evapora el agua de los mares y de los ríos convirtiéndola en nubes.

Las diferencias de temperatura en el globo terrestre generan corrientes de viento que mueven las masas de nubes hacia otros lugares de la tierra. Luego, las nubes descargan el agua en forma de lluvia, de nieve o de granizo. De esta manera el agua vuelve a la tierra, a los ríos y a los mares.

Colombia está situada en la zona ecuatorial o zona tórrida, la parte más ancha del planeta, que recibe cada día, durante todo el año, doce horas de sol, lo que contribuye a que el ciclo del agua se mantenga constante y produzca de manera alternada ciclos de verano e invierno, de sequedad y de lluvias.

Además, las diversas alturas de nuestras cordilleras nos permiten disfrutar, durante todo el año, de climas calientes, templados y fríos, estos últimos gracias a los páramos y las nieves perpetuas.

En la zona andina el tiempo empieza a cambiar al finalizar el verano de febrero. Los árboles sienten la proximidad de las primeras lluvias, las ceibas se llenan de retoños y florecen los cafetales para la cosecha de abril a mayo, llamada de mitaca o traviesa. A principios de marzo llega la subienda de pescado y en abril, el mes de aguas mil, comienza el invierno. En Semana Santa continúa lloviendo, lo mismo que en mayo —el mes de las flores—, hasta junio y julio, cuando reina el verano. Agosto es seco y durante sus días aparecen los vientos que utilizan los niños para echar a volar las cometas. En septiembre entra un veranillo que luego se convierte en el calor de octubre y es la época en que florecen de nuevo los cafetales para la cosecha grande que va de octubre a diciembre. Vuelve a llover en noviembre y escampa para la Navidad y el Año Nuevo. Entonces la tierra se duerme en el verano de febrero para iniciar un nuevo ciclo, cuando los árboles vuelvan a florecer sintiendo la proximidad de las lluvias.